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Fotografía principal: logotipo del 25º Aniversario fundacional de la Cofradía (diseño de la familia García Sampietro). Fotografías secundarias: diferentes instantáneas del desarrollo de la conferencia en la sala "Ambito Cultural" de "El Corte Inglés" (fotografías de José Ignacio Giménez y Junta Coordinadora de Cofradías).

El 23 de febrero de 2016, y encuadrada dentro del “XVI Ciclo de Actividades Culturales” de la Junta Coordinadora de Cofradías de la Semana Santa de Zaragoza, tuvo lugar en la sala “Ámbito Cultural” de “El Corte Inglés” la conferencia preparada por la Cofradía con motivo del 25º aniversario fundacional. El Hermano Teniente de Hermano Mayor, Eduardo Sauras Moix, fue el encargado de exponer nuestro recorrido por todos estos años de historia bajo el título “25 años de una mirada” teniendo como hilo argumental la propia vida de una de las fundadoras, María Alquézar Becerril. 

Buenas tardes y gracias por venir a todos, D. Mariano Julve, presidente de la Junta Coordinadora de Cofradías de la Semana Santa de Zaragoza, D. Jorge Lázaro, delegado de cultura de la Junta Coordinadora, Hermanos mayores, cofrades de todas las cofradías, hermandades y congregaciones de Zaragoza, y a todos los presentes.

Agradecer a la Junta Coordinadora de Cofradías por la invitación para realizar este acto, y como no, a El Corte Ingles, por las facilidades prestadas para llevarlo a cabo, en tan magníficas instalaciones.

Como sabréis, y por eso estamos aquí, en este año 2016, se celebran las “bodas de plata” fundacionales de la Cofradía Jesús de la Humillación, María Santísima de la Amargura, San Felipe y Santiago el Menor. ¡25 Años!

Cuando a la Junta de Gobierno se nos planteó la idea de realizar este acto, la verdad, teníamos dudas de cómo enfocarlo. Si contamos un rollo, igual la gente se va despavorida, y si lo hacemos muy informal, parece que no nos lo tomemos en serio.

Así que, quisimos que fuera serio, pero a la vez tuviera juventud y alegría.

Por eso, decidimos que nos íbamos a basar en una “mirada”. Esa mirada nos iba a trasladar a través de los 25 años de la Cofradía. Así que nos pusimos a buscar que persona sería la perfecta para poderos explicar la historia a través de su mirada.

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Y mira por dónde, que la teníamos bien cerca, (tanto como que está aquí a mi lado), una persona que representa todos los valores que nos identifican como Cofradía: Juventud, seriedad, religiosidad, modernidad, musicalidad, compañerismo.

Por lo tanto, vamos a contar la historia de María, la historia de la Cofradía.

Una historia reciente, intensa y laboriosa de esta gran familia que forman los cofrades de “la Humillación”.

Casi que podríamos empezar como un cuento, con “Érase una vez”, hace mucho mucho tiempo, pero tampoco han pasado tantos años.

Bueno, comenzaremos por el principio, y haremos un poco de historia. Imprescindible para poder situarnos en la prefundación de la Cofradía.

María todavía no existía, así que de momento, le damos fiesta.
 
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El origen de la Cofradía Jesús de la Humillación está ligado a la Real Cofradía del Santísimo Rosario de Nuestra Señora del Pilar, entidad que promueve la devoción al Santo Rosario y a la Virgen del Pilar especialmente organizando la Procesión del Rosario de Cristal desde 1889.

En mayo de 1974, un grupo de cofrades crea la llamada "Sección de Jóvenes" con el firme propósito de potenciar y reavivar la actividad de la Real Cofradía del Stmo. Rosario.

Dirigidos por su propia Junta de Gobierno aunque dependientes de la Real Cofradía y, por lo tanto, del Cabildo Metropolitano, su principal labor se centraba en su participación en el “Rosario de Cristal” portando el paso con la imagen de “Santo Domingo de Guzmán”.

Tal sería la devoción de estos jóvenes por el fundador del rezo del Rosario que, para su salida procesional, se ataviarían con un hábito basado en el utilizado por los frailes de la Orden de Predicadores (túnica blanca, capa y cíngulo negro) e, incluso, adoptarían como escudo propio el “stemma liliatum”, el emblema dominico formado por una cruz flordelisada sobre campo de plata (blanco) y sable (negro).

Su intensa actividad se prolongaba durante todo el año, organizando un sinfín de actos litúrgicos, culturales y recreativos que se desarrollaban, principalmente, en la que sería su sede, el Convento de las Hermanas Misioneras Eucarísticas de Nazaret. Además, seguirían contribuyendo sobremanera a la difusión de la devoción pilarista y de la religiosidad popular con acciones tales como la restauración de la antigua tradición del “Rosario de Devotos” en la Basílica del Pilar durante el mes de mayo, el montaje de un monumental belén, la participación tanto en diversas "procesiones de gloria” como en cuantos eventos religiosos se celebrasen en la ciudad y, por supuesto, la organización y el mantenimiento del “Rosario de Cristal”, procesión en la que llegaron a incorporar una banda de tambores y bombos.

Complementariamente a estos actos, también organizarían su propia salida procesional en Semana Santa con un Vía Crucis penitencial, denominado desde 1983 “Vía Crucis de la Juventud”, en el que portaban el “Santísimo Cristo del Amor Abandonado” (una talla de autor anónimo datada del siglo XVIII y perteneciente al Convento de las RRMM Dominicas de Santa Inés) y que se iniciaba en la Iglesia de San Juan de los Panetes hasta el año 1987, cuando la Sección se vio obligada a cambiar de ubicación al cerrar sus puertas al culto el citado templo tras los importantes daños ocasionados por el atentado terrorista perpetrado en el mes de enero de ese año. Una circunstancia que, en el futuro, sería trascendental para el posterior transcurrir de nuestra Cofradía al designarse la Parroquia de San Felipe y Santiago el Menor como nuevo lugar de salida.

Y aquí, entra en juego María. Ya que unos de esos jóvenes de la Cofradía del Santísimo Rosario de Nuestra Señora del Pilar, tendrían una preciosa niña en el año 1988.

El año 1989 va a significar una modificación radical en la estructura de la Real Cofradía al aprobarse unos nuevos Pre-Estatutos que regirían la misma desde el 22 de enero de ese año y en el que se unifican definitivamente en un único órgano de gobierno la Sección de Jóvenes y la Cofradía. Entre las medidas establecidas en los citados estatutos destacaban la utilización del traje regional en la procesión del Rosario de Cristal en sustitución del hábito o la adaptación completa como cofradía penitencial, una vez recibida la oportuna aprobación de la Hermandad de la Sangre de Cristo, por lo que, de esta manera, se incorporaba el capirote como prenda de cabeza en los actos procesionales de Semana Santa, quedando integrada la Cofradía dentro de la Junta Coordinadora de Cofradías de la Semana Santa de Zaragoza o participando, por vez primera, en la Procesión del Santo Entierro.

Sin embargo, tras la celebración de los actos conmemorativos del centenario fundacional de la Cofradía, el Cabildo Metropolitano, a través de su Presidente D. Antero Hombría, hizo constar que, una vez analizadas jurídica e históricamente las reformas proyectadas en los citados Pre-Estatutos, éstas no concordaban con los fines e ideales con los que se fundó la Real Cofradía puesto que el nacimiento de ésta se fundamenta exclusivamente en la vinculación y dedicación con el Santísimo Rosario, la Basílica del Pilar y en la manifestación exterior del día 13 de Octubre. Y que, por lo tanto, las directrices de la Cofradía debían pasar forzosamente por una potenciación de estos valores y no en otros actos y objetivos, como desfiles procesionales en Semana Santa, belenes en Navidad o campamentos para la formación de la juventud.

Ante las determinaciones adoptadas por el Cabildo, una amplia mayoría de los cofrades mostraron su total disconformidad al vislumbrar el desvanecimiento de gran parte de las iniciativas emprendidas y sustentadas por ellos mismos, procediendo a realizar, consiguientemente, las gestiones oportunas para la fundación de una nueva cofradía ajena a la Real Cofradía del Stmo. Rosario que si permitiera el desarrollo de los fines y actos que esta última rechazó.

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Y aquí comienza la Historia de la Cofradía Jesús de la Humillación.

El 28 de Abril de 1991 es fundada por setenta y ocho hermanos, una nueva hermandad para la Semana Santa de Zaragoza, la Cofradía Jesús de la Humillación, María Santísima de la Amargura y San Felipe y Santiago el Menor. Erigida canónicamente mediante decreto 140/92, de fecha 12 de Marzo de 1992, por el Arzobispo de Zaragoza, Monseñor Elías Yanes, dotada de capacidad jurídica y de obrar plenas para regular su funcionamiento. La sede canónica quedaba establecida en la Parroquia de San Felipe y Santiago el Menor, siendo nombrado Hermano Consiliario su párroco, Rvdo. D. Alfredo Pariente, y ocupando el cargo de Hermano Mayor, D. Carlos Javier Ramos Ruiz.

María, con tan solo tres añitos, se convierte en una de los 78 hermanos fundadores. Y es aquí, desde donde podemos ver la perspectiva de su mirada.

Tras un año de intensa labor, el Domingo de Ramos día 12 de Abril de 1992 se celebró la Fiesta Constitucional de la Cofradía, contando con la presencia del Rvdmo. Obispo Auxiliar de Zaragoza, Monseñor Carmelo Borobia, e iniciando, a continuación, la primera salida procesional. Acompañados por la Cofradía de la Sangre de Cristo de Letux y el Grupo de Alabarderos de Azuara, la Cofradía recorrió las calles de la ciudad con la imagen de “Jesús de la Humillación”, propiedad de la Parroquia, y la imagen del “Santísimo Cristo de los Mártires” portada sobre una peana por cuatro cofrades.

Hagamos un pequeño inciso en la historia, para hablar de las primeras imágenes procesionales de la Cofradía.

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La imagen que la Cofradía utilizó como titular en el momento de su fundación era una talla propiedad de la Parroquia de San Felipe y Santiago el Menor que representaba a “Cristo Camino del Calvario” y que se encontraba expuesta al culto en el templo parroquial. La Cofradía, tras recibir los permisos oportunos y en los meses previos a la Semana Santa de 1992, procedió a su transformación iconográfica. La imagen tenía talladas cabeza, manos y pies, desbastados los brazos, el torso y las piernas. Los brazos son articulados.

La imagen, datada, muy probablemente en mediados del siglo XIX, es una escultura tallada en madera policromada para vestir, acentuando así el realismo de la escena que reproduce, siendo de tamaño algo menor al natural. Sobre su autoría cabe indicar que la Cofradía, teniendo en cuenta que apenas existe documentación referente a la imagen en los archivos parroquiales, siempre ha reseñado la atribución (ya que en ningún momento se afirma que se trate de una obra documentada) al escultor José Alegre puesto que ese es el nombre que figura en la firma encontrada en el pie de la imagen.

La Cofradía, durante el tiempo que tuvo cedida la imagen, sufragó dos restauraciones. La primera, realizada por Daniel y José Luís Clavero como consecuencia del accidente sufrido por causa del viento en la procesión del Santo Entierro de 1992 y en la que se dañó, fundamentalmente, la cabeza de la imagen. Y una segunda, mucho más profunda y que la Cofradía quiso realizar desde el mismo momento de la cesión, realizada en el año 2001 por Restauro Aragón.

En el año 1993 se adquiere la nueva carroza para el Paso de Jesús de la Humillación. El chasis de la carroza realizado por D. Santiago García Dobón y el tallado de la greca se encarga a D. José Luis Clavero. La anterior carroza de Jesús de la Humillación pasa a utilizarse para la Imagen de María Santísima de la Amargura.

Tras la adquisición de la nueva imagen por parte de la Cofradía, la Parroquia procedió a retirar del culto la imagen, hasta entonces expuesta, a lo largo de los años, en la capilla de San Antonio o en la anexa de la Asunción, quedando cobijada en los almacenes parroquiales.

La Imagen del Santísimo Cristo de los Mártires fue portada procesionalmente en una peana a hombros de cuatro cofrades cada Miércoles Santo desde nuestra fundación hasta la Semana Santa de 2004.

También conocida como "Cristo del Tubo", por recorrer en sus procesiones con nuestra Cofradía las calles de este popular sector zaragozano, es una obra de autor anónimo datada a inicios del siglo XVIII y propiedad de la Parroquia de San Gil Abad, en cuyos salones sociales de la calle San Jorge se cobija actualmente durante todo el año.

La imagen representa a Cristo crucificado. Tallada en madera policromada y de reducidas dimensiones. Se encuentra colgada mediante tres clavos de una cruz cilíndrica, destacando de manera especial el énfasis de las heridas en manos y pies, así como la sangre y agua que brota del costado derecho. La cabeza, reclinada sobre el pecho, también refleja heridas producidas por la corona de espinas tallada en el bloque craneal. También es destacable el sudario o paño de pureza tallado, que se sujeta a la cintura con varias vueltas y anudado a ambos lados de los costados.

Fue restaurada en 1990 por el taller de las Madres Dominicas de Santa Inés, sustituyendo la cruz que hasta entonces llevaba por la cruz cilíndrica actual de madera de manzano.

Hasta la adquisición en el año 2000 de la actual imagen cotitular, la
Cofradía disponía para sus actos procesionales, desde el Viernes de Pasión hasta una semana después de Pascua de Resurrección, de la imagen propiedad de la Fraternidad de la Orden Franciscana Seglar bajo la advocación de la “Virgen de la Soledad”.

Datada en la primera del siglo XIX, para más señas de los años más cercanos al fin de la Guerra de la Independencia, su autoría ha sido atribuida por diversos autores al escultor Tomás Llovet. Sin embargo, en una de las últimas reseñas publicadas sobre la imagen, se indica la escasa información que de ella se conoce (incluyendo su autor), excepción hecha de que participaba en las procesiones del Encuentro y del Santo Entierro organizadas por la Venerable Orden Tercera.

Su ubicación ha sido invariable desde 1943, quedando expuesta al culto en la Iglesia Conventual de las RR.MM. Clarisas de Santa Catalina de Zaragoza. Las RRMM Clarisas de Santa Catalina cedían temporalmente la imagen a la Cofradía desde el año 1992. Se realizaba una procesión de traslado de la imagen, en la tarde del Miércoles Santo desde el Convento ubicado en la calle Arquitecto Magdalena hasta la Parroquia de San Felipe y Santiago el Menor, en donde quedaba expuesta al culto hasta su participación en la Procesión del Santo Entierro y en la procesión de la Soledad que se desarrollaba hasta 1997 durante la tarde del Sábado Santo.

Volvemos al año 1992

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El mencionado “Cristo de los Mártires” sería protagonista en la siguiente procesión de la Cofradía en la noche del Miércoles Santo, realizando el "Traslado de María Santísima", también conocido como la "Procesión de El Tubo" por recorrer las famosísimas calles de este sector zaragozano. El punto culminante de la misma se produjo en el Convento de las RR.MM. Clarisas de Santa Catalina donde, tras el rezo de Completas, se efectuó la firma del documento de cesión de uso de la imagen de “María Santísima de la Amargura” por parte de la Fraternidad de la Orden Franciscana Seglar, así como su incorporación al desfile procesional para su traslado a la Parroquia de San Felipe.

Ese año 1992, continuaron los actos con la celebración de los Santos Oficios del Jueves Santo así como la realización de los turnos de “Guardia de Honor” ante los pasos en la tarde del mismo día y en la mañana del día siguiente. Ya por la tarde del Viernes Santo, tras los Santos Oficios y la Adoración de la Cruz y como hermanos espirituales de la Muy Ilustre y Antiquísima Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia, se procedió a la participación en la Procesión del Santo Entierro, ocupando el puesto inmediatamente posterior a la Cofradía del Santísimo Ecce Homo y portando los pasos de “Jesús de la Humillación” (que no pudo completar el recorrido al producirse un lamentable accidente debido a la fuerza del viento) y de “María Santísima de la Amargura”.

Con el incidente ocurrido y la confusión lógica del momento nos incorporamos, según indicaciones de la Sangre de Cristo, un puesto por detrás del nuestro tras la Cofradía de Jesús Nazareno.

Finalmente, en la tarde del Sábado Santo se realizó la "Procesión de la Amargura", con la asistencia de diversas asociaciones marianas de nuestra ciudad y efectuándose el llamado “Acto de la Soledad" con la predicación del Padre Franciscano, D. José María Calvo Calvo. Se procesionó únicamente con la Cruz de la Soledad, debido al fuerte viento que continuaba en la ciudad y el incidente del Santo Entierro con la Imagen de Jesús. La Imagen de la Virgen solamente se situó en el atrio de la puerta de San Felipe.

En noviembre de ese mismo año se producen elecciones Hermano Mayor.

En estos 25 años, han sido cuatro los hermanos mayores, junto a sus respectivas Juntas de Gobierno, los que se han encargado de coordinar y dirigir el quehacer diario de la Hermandad, siempre con gran dedicación y esfuerzo. El primero fue D. Carlos Javier Ramos Ruiz, encargado de los primeros pasos de la Cofradía, trámites iniciales y primeras e importantes decisiones. Como decíamos, desde noviembre de 1992 hasta el año 2002 D. Ricardo Baos Muñoz ocupa el puesto en los siguientes 10 años de andadura cofrade. Desde 2002 hasta 2006 el Hermano Mayor fue D. Juan Carlos García Peramato y desde 2006 hasta la actualidad dirige la Cofradía D. Juan Ramón Giménez León.

También este año 1992 se estrena el banderín, confeccionado por hermanas de la Cofradía, que se utilizará a partir de entonces para los actos menores en lo que no se utiliza el Guión y como representación de la sección de instrumentos.

Poco a poco y a lo largo de los años la Cofradía ha ido incrementando su patrimonio, y enriqueciendo un poquito más a la propia Semana Santa de Zaragoza.

Como novedad, indicaros que con motivo del 25 Aniversario de la Cofradía, este año estrenaremos nuevo banderín.

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Y llega 1994, María ya tiene 6 añazos, y por primera vez, un grupo de niños de la sección de instrumentos de la Cofradía participa en la Exaltación Infantil de instrumentos. María allí estaba toda pincha, en el colegio Sansueña, intentando seguir a todos los mayores.

El año 1995, trae dos hitos importantes. El cambio parcial de nuestro hábito, pasando de llevar los calcetines blancos a negros y el estreno de nuestra marcha más característica para la sección de instrumentos. La marcha “Swing”, de la que contamos hasta con partitura, gracias al trabajo de su autor Juan Ramón Giménez.

Aprovechando las circunstancias, os invitamos a que la podáis admirar en la Exposición Conmemorativa de nuestro 25 Aniversario que se está realizando en el Centro Joaquín Roncal de la fundación CAI-ASC. En ella, podréis observar una importante muestra de nuestro patrimonio, imágenes, atributos, fotografías, etc. Podéis visitarla hasta el próximo jueves, 25 de febrero.

Como curiosidad, la Cofradía ha tenido tres lugares de ensayos de la Sección de Instrumentos: Hasta el año 1997, la Cofradía realiza los ensayos en el parque de Macanaz. Allí estaba María dándonos lecciones de cómo se desfila.

Ese año, cambiamos el lugar de ensayos. Nos fuimos bajo el puente de la Almozara, al lado de Helios. Entorno que con el paso de los años y con la reforma de las riberas experimentó un cambio muy significativo.

En el año 2014, volvemos a cambiar nuestro lugar de ensayos. Esta vez al Parque del Agua. Casualmente, con este cambio, María, se convierte en Vocal de Instrumentos de la Cofradía.

Vaya cambio, María. Esa niña que no levantaba dos palmos del suelo y que marcaba el paso en los ensayos en el Parque Macanaz, Nos marca ahora los pasos a toda la sección de Instrumentos. Estaba destinada para ello.

Las jotas, aparecen como oración en nuestra procesión del Miércoles Santo en el año 1998, perdurando hasta nuestros días, siendo uno de los momentos más emotivos de todos nuestros actos procesionales.

Entre los años 1999 y 2004, son años muy movidos en la Cofradía, se van a producir importantes cambios en la Cofradía, ya que se van a adquirir las nuevas imágenes procesionales, tanto de Jesús de la Humillación, como de María Santísima de la Amargura, así como se dejará de procesionar al Cristo de los Mártires.

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En 1999 fue adquirida una nueva talla de la imagen cotitular de la
Cofradía, María Santísima bajo la advocación de la Amargura, a un coleccionista privado. Sustituyendo a la imagen que, desde nuestra fundación, era cedida para los actos procesionales por la Fraternidad de la Orden Franciscana Seglar.

Esta hace referencia al estado de ánimo producido en María Santísima, nuestra Madre, al conocer el suplicio y humillaciones a las que estaba siendo sometido su Hijo Jesucristo y a la cercanía de su cruenta muerte tras la sentencia impuesta por Pilatos.

La imagen es de las llamadas de "devanadera", datada en los primeros años del siglo XX y de autoría anónima, es de un tamaño algo menor que el natural (160 cm. de altura) teniendo cabeza, manos y pies tallados en madera policromada unidos por un bastidor de cartón piedra que simula el tronco, brazos y piernas. Tiene las manos entrelazadas a la altura del pecho y con la cabeza en posición frontal, desviada un tanto hacia la izquierda.

Cubre el bastidor una saya de raso blanco, confeccionado por las hermanas Camareras de la Cofradía. Se adorna en el delantero con bordados en plata, elaborados por el taller zaragozano "Bordados Olga", de elementos vegetales entrelazados y trazados simétricamente respecto al anagrama del nombre María (constituido por una M y una A mayúsculas entrecruzadas) así como en las mangas, en donde también se incluyen unas puntillas de encaje, elaboradas artesanalmente por una maestra bolillera. Su cintura es ceñida, con un fajín de terciopelo negro con bordados en plata fina.

Enmarcando su rostro se coloca un sencillo rostrillo de encaje blanco que simula el "schebisim" utilizado por las mujeres judías. Finalmente, se coloca un sobrio manto liso de terciopelo negro, confeccionado por las Hermanas Misioneras Eucarísticas de Nazaret del Convento de San Juan de los Panetes de Zaragoza.

Su aderezo, finalmente, se completa con las piezas de orfebrería cinceladas por los “Talleres Orovio de la Torre” de Torralba de Calatrava (Ciudad Real) en cuyo centro se coloca un medallón con el anagrama del nombre María (constituido por una M y una A mayúsculas entrecruzadas) y sobre la que se incrustan doce rayos rematados con estrellas y el corazón atravesado por un puñal.

Fue restaurada por el taller zaragozano "Restauro Aragón" y bendecida por nuestro Consiliario Perpetuo Fundador, Rvdo. Alfredo Pariente Pérez, el 31 de Marzo de 2000 quedando desde ese momento expuesta al culto, junto a la imagen de “Jesús de la Humillación”, en la Parroquia de San Felipe y Santiago el Menor.

El año 2002, traerá otra importante novedad, ya que se adquiere la nueva imagen de Jesús de la Humillación.

La imagen de Jesús de la Humillación representa a nuestro Señor en el momento de ser condenado a morir.

La talla fue adquirida en el mes de septiembre del año 2002 a la Hermandad del Santísimo Cristo Redentor y Nuestra Señora de la Soledad de la localidad barcelonesa de Badalona, sustituyendo, de esta manera, a la imagen propiedad de la Parroquia de San Felipe.

De tamaño natural (170 cm. de altura), de autor anónimo y datada en último tercio del siglo XIX. Es una imagen de las llamadas “de vestir”, exclusivamente tiene talladas en madera policromada cabeza, cuello, parte superior del torso, manos y pies (éstos, calzados con sandalias). Su cabeza está aderezada por una cabellera, y sobre la que quedan ensambladas las potencias, tres piezas de orfebrería en forma de rayos. Los brazos, articulados y desmontables para facilitar el poder ser vestido, se entrecruzan quedando las manos atadas, por delante a la altura de la cintura, por un cordón dorado que cae desde su cuello.

Sus vestimentas, confeccionadas en 1992 por las RR.MM. Franciscanas Concepcionistas del Monasterio de la Inmaculada de Épila, están compuestas por una túnica blanca de tisú con bordados en oro fino y un mantolín púrpura de terciopelo que cae desde su hombro izquierdo.

Restaurada por el reconocido escultor malagueño José Dueñas Rosales, autor de numerosos trabajos para Hermandades de la Semana Santa de la provincia malacitana, la imagen fue bendecida el 7 de Marzo del año 2003 en nuestra sede canónica por el párroco de San Felipe y Santiago el Menor, Rvdo. Eusebio Mainar Lahoz, teniendo su primera salida procesional el Domingo de Ramos de ese mismo año.

En la Semana Santa de 2008 se adquieren unos nuevos faroles de gran tamaño, que aportan una mayor sobriedad a la carroza. Son realizados por los talleres zaragozanos Balorjoya.

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Cerrando el círculo comenzado allá por 1974, el año 2003 volvemos a formar parte del Rosario de Cristal, portando con gran honor el farol de los Misterios Luminosos. Estos Misterios fueron añadidos al rezo del rosario por iniciativa del papa Juan Pablo II en 2002.

Es un paso que integra los 5 Misterios en una misma carroza haciendo referencia a la vida pública de Jesús, estos Misterios son: 1º Su Bautismo en el Río Jordán; 2º Las Bodas de Caná; 3º Predicación de Jesús, invitando a la conversión; 4º Transfiguración en el Monte Tabor; 5º La institución de la Eucaristía.

Ese mismo año 2003, nos deja nuestro Hermano Consiliario Perpetuo Fundador, D. Alfredo Pariente. A continuación, la dirección espiritual corrió a cargo de D. Eusebio Mainar de 2002 a 2006. Durante el período 2006 a 2014, nuestro Hermano Consiliario fue D. César Miravete y desde 2014 ocupa este lugar tan significativo en nuestra Hermandad D. Sergio Blanco.

El año 2003, también supone el cambio de Sede Social, y haciéndola coincidir con la Sede Canónica en la Iglesia de San Felipe.

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A lo largo de todos estos años la procesión Titular de la Cofradía siempre se ha realizado en la tarde del Domingo de Ramos, comenzando a las 7 de la tarde. Realizamos un Vía-Crucis Penitencial con el rezo de las 14 estaciones por las calles del centro de la ciudad.

En cuanto a la procesión del Miércoles Santo, como ya hemos comentado, es la que ha sufrido más variaciones en cuanto a su recorrido, horario e imágenes procesionales.

La comitiva recorría las estrechas calles del Tubo zaragozano y acudía al Convento de las Madres Clarisas de Santa Catalina para rezar con ellas el rezo de las Completas y recoger el paso de María Santísima de la Amargura. La procesión continuaba hasta San Felipe con las dos imágenes.

A partir de 1998 se cambia el itinerario habitual y tras el paso por las calles del Tubo con la peana del Cristo de los Mártires, la procesión se dirige a la Plaza de San Roque donde se recoge la imagen de María Santísima de la Amargura y se realiza en la misma plaza el “Acto de la Amargura”

Es en el año 2005 cuando la procesión toma el “formato” actual. Por decisión del Capítulo General de Hermanos se decide procesionar solamente con la Imagen de María Santísima de la Amargura, manteniendo una parte del recorrido por las calles del Tubo (Méndez Núñez y Ossau). Se inicia con la Imagen de María Santísima de la Amargura que, tras recorrer diversas calles del centro de la ciudad, se dirige a la Plaza de San Roque para realizar, sobre las 23,00 horas el “Acto de la Amargura” y regresar a nuestra Parroquia.

Como hitos a lo largo de nuestra historia:

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En el año 2011, la Junta Coordinadora de Cofradías de Zaragoza nos encomendó la organización del Pregón de la Semana Santa de Zaragoza. Un año de intensas labores de preparación y organización, pero con el cariño y dedicación que siempre intentamos plasmar en nuestros actos.

En esta ocasión, el pregonero elegido fue D. José Antonio Armillas, Catedrático de Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Zaragoza, Comisario del Bicentenario de los Sitios, entre otros muchos cargos desempeñados a lo largo de su dilatada carrera, recibiendo numerosas distinciones, quien nos deleitó con bonito discurso a los allí presentes.

Y al año siguiente, la Junta Coordinadora de Cofradías de Zaragoza nos encarga la organización y desarrollo de los Certámenes. La decimonovena Exaltación Infantil de Instrumentos de la Semana Santa se desarrolla en el Pabellón Siglo XXI.

Por su parte, la trigésimo séptima edición del Concurso-Exaltación de Instrumentos se realiza ese año en la Plaza de Toros de la Misericordia al tener eventos deportivos el Pabellón Príncipe Felipe. Todos recordaremos la sorpresa que encontramos: el ruedo de la plaza estuvo cubierto de moqueta azul con la imagen del Guión de la Cofradía.

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Además de toda nuestra historia, la Cofradía sigue muy viva y a lo largo de todo el año, se realizan multitud de actos y actividades, que hacen que no solo seamos unas personas que se disfrazan para salir tocando el tambor, empujando un carro o llevando una vela, si no que le demos un sentido verdadero a nuestra razón de ser: dar Fe pública de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, e igualmente promover una decidida tarea social hacia los más desfavorecidos.

Por ello, desde la Cofradía se buscan las necesidades más imperantes en la Parroquia, a través de Cáritas, ayudando en la recogida de alimentos, ropa de abrigo, etc, para las familias con más dificultades, así como aportaciones para la gestión de estas.

De igual forma, se gestiona la visita a personas mayores y enfermas de la parroquia, para darles apoyo y cariño.

Dada la importancia que adquiere hoy en día en nuestra sociedad la ayuda a los demás, la Cofradía no ceja en su empeño por adherirse a otros fines sociales a través de otras Cofradías o asociaciones, o bien buscar nuevas necesidades en el entorno en el que se mueve.

Además, formamos parte de la vida de la Parroquia de San Felipe, realizando una Eucaristía mensual y participando en las celebraciones litúrgicas de Semana Santa (Domingo de Ramos, Santos Oficios y Vigilia Pascual) y del resto del año (Corpus Christi, Navidad, entre otras). El Coro de la Cofradía suele acompañar las celebraciones.

Participamos en la Ofrenda de Flores a Nuestra Señora del Pilar el 12 de octubre. Al igual que como ya hemos mencionado antes, el día 13 de octubre lo hacemos en Rosario de Cristal, portando el farol de los Misterios Luminosos.

La Sección de Instrumentos de la Cofradía es uno de los grupos más joven y emprendedor de la Hermandad. Además de las actividades propias (ensayos, cuadrillas adulta e infantil de exaltación/concurso, procesiones...) participan o son motor de muchas actividades e iniciativas que se desarrollan a lo largo de todo el año.

El grupo de Camareras y Mayordomos de la Cofradía se encarga de enriquecer y mantener en perfecto estado el patrimonio de la Cofradía realizando laboriosas tareas de artesanía y conservación, costura, bordado, etc. además de vestir con esmero y dedicación a nuestras Imágenes Titulares.

A lo largo del año realizamos actividades que fomentan la confraternización entre los hermanos como pueden ser actividades culturales, visitas a museos, participación en torneos deportivos, actividades para los pequeños cofrades…

Para terminar, comentar los principales actos de este 25 Aniversario.

En el pasado mes de noviembre de 2015, realizamos una exposición fotográfica en el Centro Comercial Independencia, con las 20 fotografías finalistas del Concurso convocado para la elección de la fotografía del Cartel anunciador del 25 aniversario y el premio especial del público. La fotografía ganadora titulada “Eterno Redoble” fue obra de Sergio Sancho Alías y el premio especial del público recayó en la obra “Salida Titular” de Jorge Sánchez Aguilar.

La Cofradía ha editado una publicación especial con motivo del aniversario. Se trata de una revista fotográfica con un repaso en imágenes a los 25 años de andadura cofrade.

Durante este mes de febrero se está realizando una Exposición Conmemorativa de nuestro 25 Aniversario en el Centro Joaquín Roncal de la fundación CAI-ASC. Una importante muestra de nuestro patrimonio, imágenes, atributos, fotografías, etc. Podéis visitarla hasta el próximo jueves, 25 de febrero. Os vuelvo a invitar a verla.

Tras los actos penitenciales de Semana Santa, el sábado 30 de abril de 2016 por la tarde celebraremos el Acto Central del Aniversario, con una Eucaristía Solemne en nuestra Parroquia de San Felipe, celebrada por el Reverendísimo Señor Arzobispo de Zaragoza, D. Vicente Jiménez Zamora. Contará también con la intervención musical de la Coral de antiguos empleados de la CAI.

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Y después de toda esta disertación, estaréis pensando que nos hemos olvidado de María.

Pues no. No nos hemos olvidado de ella. Desde los 3 años que
comenzó su andadura cofrade, hasta ahora, nos ha servido como guía, como motor, como ilusión, para que cada día fuéramos mejorando y creciendo como lo hacen los niños, aprendiendo de nuestros propios errores, y que valiéndonos del símil, de aquella niña, se nos haya convertido ahora en una gran mujer. De aquella incipiente Cofradía, tengamos ahora un Cofradía asentada y con muchas ganas de futuro y de seguir creciendo.

A María, la hemos visto crecer, y ella ha visto crecer la Cofradía a través de su mirada. Pero María además de su mirada, también tiene un sentimiento. Ella misma nos lo explica:

«Hace algún tiempo en una Junta de Gobierno me plantearon la posibilidad de hablar hoy con el fin de contar mi vida cofrade en estos 25 años que cumple mi Cofradía desde su fundación. Claro que, lo que nadie me dijo, es que iba a romper unos cuantos folios intentando transmitiros mi pasión por lo que todos llamamos Semana Santa.

Os lanzo una pregunta al aire: ¿el cofrade nace o se hace? Yo nací el 25 de Febrero de 1988, casualidad o no el número 25 vuelve a rondar por aquí. Mis padres por entonces pertenecían a la sección de jóvenes de la Cofradía del Rosario; jóvenes que decidieron dar un paso más allá y fundar en el año 91 la Cofradía Jesús de la Humillación.

Yo tenía 3 años y apenas recuerdo mucho, sólo que oía bastante “ruido” a mí alrededor y pestañeaba con cada golpe de los bombos. Ni lloraba ni pasaba miedo, con lo cual algo empezaba a significar para todos los que me rodeaban.

Reconozco que siempre he sido muy creativa y cuando ya sabía irme sola me invente un cargo dentro de la procesión: asistente de corneta. Era la fiel escudera de mi padre, quien tocaba el bombo y en el momento de cortar el toque me mostraba su mano para que se la alcanzara mientras yo lo miraba asombrada porque me parecía que hacia magia con el tercerol.

Claro que yo ya me había percatado que había otros niños que tocaban el tambor y no quería ser menos, así que di bastante la tabarra para hacerme con uno de ellos.

Y sin quererlo aterrice en el año 94 en la que sería mi primera Exaltación Infantil en el colegio Sansueña. Recuerdo aquello como una gran fiesta pero también como un dolor de tripas enorme desde que me levante por la mañana; menuda responsabilidad eso de tocar, no equivocarte, andar a la vez…etc. Pero todo se pasaba con la palabra ¡ánimo!

Volvía a ser mi padre, era delegado de tambores por entonces y empecé a descubrir que era eso de ser delegado, de ir a las juntas…Claro que no hay dos sin tres, ya que mi madre también ocupaba otro cargo en la Junta.

La sede de la Cofradía estaba en la Casa de la Iglesia situada en la Plaza La Seo la que se convertiría en mi segunda casa; tanto que si las reuniones se alargaban y el sueño apretaba, 2 sillas eran el mejor aliado para echarse una cabezada mientras de fondo oía la palabra estatutos, capítulos generales, derramas y el llorar de una niña pequeña: mi hermana Marta.

Ella nació en el año 93 y pronto iba a darse cuenta de todo lo que yo estaba descubriendo. Claro que ella era demasiado espabilada y no creo que le fuera a hacer mucha falta porque no veáis como se colocaba el bonete y se apretaba el cíngulo.

Yo seguía creciendo pero cada vez era participe de más cosas que se realizaban en el tiempo de cuaresma o en la propia Semana Santa; como aquel pregón infantil que se realizó un año y que participe con mi amiga Patricia. No nos olvidaremos nunca de cómo días previos me tuvieron que quitar una verruga de la ceja y salí con una tirita enorme y con bonete. Gracias mama por poner fácil el mote por el que algunos de mis amigos de otras cofradías me recuerdan.

Y es que la vida de infantil con bonete tiene sus ventajas y sus inconvenientes:

-Ventajas: respiras (muy importante), ves y saludas a familiares y amigos que vienen a verte a la procesión, tienes prioridad de beber agua incluso de comerte alguna gominola.

-Inconvenientes: que una vez que empiezas la tapa de la pubertad todo te da más vergüenza.

Así que en 2001 me impusieron la capa y el capirote. Desde entonces cada Domingo de Ramos a las 7 de la tarde noto algo en el estómago cuando escucho “abajo capirotes”. Debajo de esa tela vives y ves cosas diferentes, observas la emoción de la gente al pasar las imágenes, te encuentras contigo misma, con lo que has compartido en cada uno de los ensayos o incluso puedes perder una lentilla y el resto de la procesión se convierte en una penitencia total.

Lo que no es penitencia son las horas que he empleado en las Exaltaciones de Adultos. Nos hemos reído mucho, nos hemos agobiado, hemos desayunado y almorzado juntos y hemos creado tales lazos de unión que para mí a día de hoy hay muchas cosas que no tendrían sentido sin ellos.

Llevo participando 12 años, desde el 2004, y sigo poniéndome igual de nerviosa cuando oigo correr las cortinillas del Príncipe Felipe. Alguna vez pienso que en el momento que deje de sentir eso tendré que buscar otro camino dentro de la Cofradía.

Ahora en la actualidad formo parte de la Junta de Gobierno como vocal de instrumentos desde hace 3 años. Ya llevaba tiempo entre bambalinas hasta que Juan Ramón, nuestro hermano mayor, me dio esa oportunidad. Cuento con su ayuda, con los que me precedieron y con esta pequeña gran familia que es esta Cofradía. Me siento orgullosa de ello, de los que dicen que somos pocos, de ver la cantera que viene por detrás los que para mí son mis nuevos ojos, nuevas energías renovadas y con los que el día de mañana sé que trabajaré codo con codo para conseguir otros 25 años más; para contagiarles la misma ilusión con la que yo empecé y para mantener ese espíritu de hermandad que tanto nos caracteriza.

Gracias papas por darme las herramientas suficientes para seguir en esta aventura.

Gracias hermana por ser mi mejor amiga y confidente aquí dentro.

Gracias a toda la Junta por el esfuerzo tan grande que habéis hecho.

Gracias a todos y cada uno de los miembros de la Cofradía por poner siempre esa ilusión a las cosas que hacéis.

Gracias a mis amigos sin importar el color de hábito o capa.

Y gracias a todos los que nos acompañáis en esta tarde».



Bueno, con todo esto, queremos brindar con vosotros para celebrar estos 25 años y esperemos que dentro de otros 25 años nos podamos volver a juntar para celebrar las bodas de oro.

Brindemos por la vida, brindemos por la Cofradía.

Muchas gracias y a todos y hasta otra.



Texto correspondiente a la conferencia ofrecida el 23/02/2016 por Eduardo Sauras Moix y María Alquézar Becerril.

Fotografía principal: logotipo del 25º Aniversario fundacional de la Cofradía (diseño de la familia García Sampietro). Fotografías secundarias: diferentes instantáneas del desarrollo de la conferencia en la sala "Ambito Cultural" de "El Corte Inglés" (fotografías de José Ignacio Giménez y Junta Coordinadora de Cofradías).