
Esta sección de la web nace con el único objetivo de acercar diariamente al lector a la historia de la bimilenaria e inmortal ciudad de Zaragoza a través de su larga tradición eclesial y de la ferviente devoción popular plasmada, principalmente, en la vida de sus cofradías y hermandades. Con la conmemoración de una de las tantas efemérides que se conmemoran cada día, buscamos una excusa con la que dar a conocer, aunque sea a través de unas breves líneas, lo que a lo largo de los siglos nos ha llevado a ser lo que somos: cofrades de Zaragoza.
En la Cuaresma del año 2010, la Cofradía de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista organizaría en la Iglesia de San Cayetano un emotivo “Vía Crucis” en el que participarían todos sus grupos y secciones y que estaría presidido por el magnífico Cristo que tallara el insigne escultor zaragozano Félix Burriel Marín en madera de ciprés obtenida de un viejo molino de aceite y que forma parte de la escena de la “Tercera Palabra” en la que Jesús desde la Cruz viendo «a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre». (Jn 19, 26-27).
Sin embargo, ciñéndonos a la historia de la Cofradía espléndidamente plasmada por Mariano Rabadán Pina, el que la imagen del “Cristo de la Tercera” presidiera un “Vía Crucis” no era novedoso del todo ya que, casi cincuenta años antes, se había celebrado un culto similar llevado a cabo por la rama masculina de la Acción Católica con motivo del Concilio Vaticano II y al que asistieron, obviamente, un gran número de hermanos de la Cofradía realizando uno de ellos, concretamente Alberto Manuel Campos Lafuente –que ocupaba entonces el cargo de Hermano Cetro–, la meditación de una de las estaciones con contenido alusivo a la misma.
El Concilio, por vez primera, trataría expresamente la funcionalidad de la Acción Católica en distintos documentos como “Christus Dominus”, “Ad Gentes” y muy especialmente en “Apostolicam Actuositatem” en donde se reafirmaba el propósito inmediato de la misma que no era otro que «el fin apostólico de la Iglesia, es decir, la evangelización y santificación de los hombres y la formación cristiana de sus conciencias, de suerte que puedan saturar del espíritu del Evangelio las diversas comunidades y los diversos ambientes» enumerando los rangos principales que la identifican: evangelicidad, secularidad, organicidad y comunión eclesial.
Bibliografía: Rabadán Pina, Mariano: "Cincuenta Años de Tambor en la Ciudad de Zaragoza". Cofradía de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista, 1996. Edición de la Diputación Provincial de Zaragoza con el patrocinio de iberCaja y CAI; Oche Lozano, Jesús: "Vía Crucis de Marzo". Revista "Semana Santa en Zaragoza" nº 11. Junta Coordinadora de Cofradías de la Semana Santa de Zaragoza, 2011.
El texto "Tal día como hoy ... 16 de noviembre" creado por David Beneded Blázquez para www.jesusdelahumillacion.org, se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 3.0 España. Zaragoza, 2015.
Imagen principal: Plano medio-corto de la imagen de Cristo en el paso de la "Tercera Palabra" durante una de sus salidas procesionales con la Cofradía de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista (fotografía de David Beneded).
