
Esta sección de la web nace con el único objetivo de acercar diariamente al lector a la historia de la bimilenaria e inmortal ciudad de Zaragoza a través de su larga tradición eclesial y de la ferviente devoción popular plasmada, principalmente, en la vida de sus cofradías y hermandades. Con la conmemoración de una de las tantas efemérides que se conmemoran cada día, buscamos una excusa con la que dar a conocer, aunque sea a través de unas breves líneas, lo que a lo largo de los siglos nos ha llevado a ser lo que somos: cofrades de Zaragoza.
Los primeros hermanos de la Cofradía fundada por Mosén Francisco Molins tenían la obligación de pertenecer a la Juventud Masculina de Acción Católica desarrollando su labor apostólica en los centros desperdigados por distintas parroquias de la ciudad. Una circunstancia que añadida al hecho de que, al igual que las otras nuevas cofradías y hermandades de la Semana Santa fundadas a partir de 1937, había establecido su sede canónica en la Real Capilla de Santa Isabel de Portugal –que no es parroquial– en deferencia a la Hermandad de la Sangre de Cristo de la que todas ellas eran filiales, la Cofradía de las Siete Palabras se vio durante más de cinco décadas sin tener vinculación alguna con Parroquia.
Una situación que cambiaría en 1995 cuando, con la renovación de los Estatutos que tenían que ajustarse al nuevo Código de Derecho Canónico, la Cofradía introduciría algunos cambios que la transformarían para siempre tales como la puesta en marcha de la obra social, la incorporación con pleno derecho de la mujer y la intensificación de la formación espiritual y de la comunión eclesial de sus miembros haciéndose partícipes de los planes pastorales diocesanos.
Para dar cumplimiento a este objetivo, la Cofradía solicitaría su incorporación en la Parroquia de San Gil Abad con la que mantenía cierta relación afectiva al celebrar allí, desde el año 1987, sus misas capitulares por encontrarse en obras la Iglesia de San Cayetano. Admitidos definitivamente en la comunidad de la histórica Parroquia, gracias a las gestiones de su párroco Mario Gallego Bercero, y trasladados allí todos sus cultos y acciones formativas, únicamente faltaba por afrontar el cambio de lugar de salida del “Vía Crucis” público que celebraban en la noche del Lunes Santo.
Tras varios años recorriendo las calles de la Parroquia de Nuestra Señora de la Almudena, y después de una experiencia inédita con salida desde la Iglesia de San Cayetano, al fin en el año 1999 podría llevarse a cabo el anhelado inicio de la citada procesión desde la que era ya su Parroquia, eso si, con la decepción de que el paso de la “Tercera Palabra” no podría hacerlo desde el interior del templo por sus grandes dimensiones debiendo incorporarse desde la anexa calle Estébanes. Una contrariedad que sería solventada dos años después con la adquisición en los talleres Fernández Dorrego de Arganda del Rey de una imagen de Cristo crucificado, bendecida bajo el título de “Cristo de las Siete Palabras” que si podría cruzar el umbral de San Gil al ser portado en una peana a hombros de dieciséis cofrades y que, incluso, encontraría en las paredes del templo parroquial su lugar de exposición permanente al culto.
Bibliografía: Romero Fernández, Francisco J.: "La Parroquia de San Gil Abad y la Cofradía de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista". "Revista de la Parroquia de San Gil Abad". Zaragoza, 2008; Rabadán Pina, Mariano: "Cincuenta Años de Tambor en la Ciudad de Zaragoza". Cofradía de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista, 1996. Edición de la Diputación Provincial de Zaragoza con el patrocinio de iberCaja y CAI.
El texto "Tal día como hoy ... 18 de diciembre" creado por David Beneded Blázquez para www.jesusdelahumillacion.org, se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 3.0 España. Zaragoza, 2015.
Imagen principal: Salida de la Cofradía de las Siete Palabras y de San Juan Evangelista desde la Iglesia Parroquial de San Gil Abad para iniciar el "Vía Crucis" público del Lunes Santo (fotografía publicada en Heraldo de Aragón).
