MENÚ

Hoy 23 de noviembre celebramos ...

"La palabra del Señor permanece para siempre. Y esa palabra es el Evangelio que os anunciamos" (1 P 1,25: cf. Is 40,8). Esta frase de la Primera carta de san Pedro, que retoma las palabras del profeta Isaías y con las que comienza Benedicto XVI la exhortación apostólica "Verbum Domini", nos pone frente al misterio de Dios que se comunica a sí mismo mediante el don de su palabra. Esta palabra, que permanece para siempre, ha entrado en el tiempo. Es la buena noticia. Éste es el anuncio que, a través de los siglos, llega hasta nosotros
.

HOY 23 DE NOVIEMBRE ... VIERNES DE LA XXXIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO
CELEBRAMOS MEMORIA DE SAN CLEMENTE I, PAPA
 
Hoy la Iglesia celebra la memoria litúrgica de San Clemente I, papa y mártir, tercer sucesor del apóstol san Pedro, que rigió la Iglesia romana y escribió una espléndida carta a los corintios, para fortalecer entre ellos los vínculos de la paz y la concordia. Hoy se celebra el sepelio de su cuerpo en Roma.
 
San Clemente I, perteneció a la primerísima generación de cristianos siendo discípulo directo de los Apóstoles, y el tercer sucesor de San Pedro al frente de la Iglesia de Jesucristo. Se conserva una extensa carta dirigida por él a los corintios, uno de los documentos cristianos más antiguos. A esa carta pertenece el siguiente fragmento sobre la caridad cristiana, que no ha perdido vigor ni actualidad: “La altura a que nos levanta la caridad es inefable. La caridad nos junta con Dios, la caridad cubre la muchedumbre de los pecados, todo lo sufre, todo lo soporta. Nada hay vil en la caridad, nada soberbio. No fomenta el cisma, no es sediciosa, lo hace todo en concordia. La caridad consuma la perfección de todos los elegidos de Dios. Sin la caridad nada es agradable a Dios. En caridad nos acogió a nosotros el Señor. Por la caridad que nos tuvo, Jesucristo, nuestro Señor, dócil a la voluntad de Dios, dio su sangre por nosotros, su carne por nuestra carne, su alma por nuestras almas. Ya veis, carísimos, cuán grande y admirable cosa es la caridad y cómo no hay palabras para explicar su excelsa perfección”.

Primera Lectura: Lectura del libro del Apocalipsis (10,8-11)

 
Yo, Juan, escuché la voz del cielo que se puso a hablarme de nuevo diciendo:
«Ve a tomar el librito abierto de la mano del ángel que está de pie sobre el mar y la tierra».
Me acerqué al ángel y le pedí que me diera el librito. Él me dice:
«Toma y devóralo; te amargará en el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel».
Tomé el librito de mano del ángel y lo devoré; en mi boca sabía dulce como la miel, pero, cuando lo comí, mi vientre se llenó de amargor.
Y me dicen:
«Es preciso que profetices de nuevo sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reinos».

Salmo responsorial Sal 118,14.24.72.103.111.131
R/. ¡Qué dulce al paladar tu promesa, Señor!

Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R/.

Tus preceptos son mi delicia,
tus enseñanzas son mis consejeros. R/.

Más estimo yo la ley de tu boca
que miles de monedas de oro y plata. R/.

¡Qué dulce al paladar tu promesa:
más que miel en la boca! R/.

Tus preceptos son mi herencia perpetua,
la alegría de mi corazón. R/.

Abro la boca y respiro,
ansiando tus mandamientos. R/.
 
Evangelio: Lectura del santo evangelio según san Lucas (19,45-48)
 
En aquel tiempo, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles:
«Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”».
Todos los días enseñaba en el templo.
Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo.


Meditación del Evangelio
 
Los explotadores, los comerciantes en el templo, explotan también el lugar sagrado de Dios para hacer negocios: cambian las monedas, venden los animales para el sacrificio, también entre ellos se vuelven como un sindicato para defender.

Esto no solo era tolerado, sino también permitido por los sacerdotes del templo. Son los que hacen de la religión un negocio. En la Biblia está la historia de los hijos de un sacerdote que empujaban a la gente a dar ofrendas y ganaban mucho, también de los pobres. Y Jesús dice: Mi casa será llamada casa de oración. Vosotros, sin embargo, la habéis convertido en una cueva de ladrones.

De este modo, la gente que iba en peregrinación allí a pedir la bendición del Señor, a hacer un sacrificio, era explotada. Los sacerdotes allí no enseñaban a rezar, no les daban catequesis… Era una cueva de ladrones. No sé si nos hará bien pensar si con nosotros ocurre algo parecido. No lo sé. Es utilizar las cosas de Dios por el propio beneficio. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 29 de mayo de 2015, en Santa Marta).

Licencia Creative Commons El texto "Hoy 23 de noviembre celebramos..." creado para www.jesusdelahumillacion.org, está basado en textos del "Calendario Litúrgico-Pastoral" editado por la Comisión Episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española.

Imagen principal: "Martirio de san Clemente", obra de Pier Leone Ghezzi, 1724. Roma, Pinacoteca Vaticana. «Martyrdom of Saint Clemens». Publicado bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons..