
El Hermano Mayor es el máximo dirigente de la Cofradía o, lo que es lo mismo, el responsable del nutrido y variado grupo de personas que la componemos. Personas a las que, como el “buen pastor” de la parábola de Jesús (cf. Jn 10, 11-16), bien conoce y por las que se sacrifica, dedicando por ellas tiempo, esfuerzo y no pocas preocupaciones.
Queridos Hermanos y Hermanas:
Estamos ante un año muy importante para la Cofradía, ya que hemos puesto la primera piedra para completar nuestro paso de misterio. Un anhelo histórico, que, por fin, y con la colaboración de todos los Hermanos, podrá salir adelante. Esta ilusión renovada, de hacer camino juntos, nos permitirá seguir llevando el mensaje de Jesús, a través de esa catequesis pública de los momentos de la Pasión de Nuestro Señor, que son los pasos de misterio de las diferentes Hermandades, Cofradías y Congregaciones, y que en nuestro caso representará el momento en que Poncio Pilato, lavándose las manos, mandó crucificar a nuestro Redentor, como si fuera un malhechor.
Cuando leáis estas palabras, estaremos ya inmersos en preparativos de todo tipo. Unos preparando los hábitos, otras revisando la teja para la mantilla, otros tensado el bombo, preparando las imágenes y así, cada uno de nosotros, podríamos enumerar un número indefinido de preparativos.
Muchas veces, nos olvidamos del principal preparativo que necesitamos para poder vivir la Semana Santa de manera plena, que es nuestro corazón, nuestra vivencia interna. Entrenémoslo durante toda la Cuaresma, para poder llegar a nuestra semana, con el convencimiento de que cuando salgamos a la calle, podamos estar orgullosos de lo que hacemos, y que podamos pregonar con nuestros instrumentos, oraciones e imágenes, lo que somos. CRISTIANOS.
Si os preguntara, que sentís cuando estáis en la calle, cuando veis a Jesús de la Humillación o a María Santísima de la Amargura, muchos de nosotros igual no sabríamos transmitirlo; pero a veces, una mirada debajo del tercerol o del capirote, lo dice todo. Esa mirada, se la transmitimos a los que nos están viendo, llegamos a su corazón, sembramos de Fe la ciudad de Zaragoza. HAGÁMOSLO.
Como nos dice el Papa Francisco, que seamos la "levadura" en el entramado eclesial y social, para que fermente la colectividad. Para ello, debemos cultivar nuestra vida asociativa y la presencia caritativa, respondiendo con creatividad y con valentía a las necesidades de nuestro tiempo.
En mi nombre, y en el de la Junta de Gobierno, os invito a participar de todos los actos que se van a desarrollar a lo largo de esta Semana Santa. En las siguientes páginas encontrareis explicados cada uno de ellos de forma pormenorizada.
Yo estoy preparado. ¿Y TÚ, estás preparado?
¡CAMINEMOS JUNTOS!
Recibid un fuerte abrazo en Cristo
Eduardo Sauras Moix
Hermano Mayor de la Cofradía