Jueves Santo. Día en el que el Señor instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio y, para nuestra Cofradía, día de celebración, oración y recogimiento, de “Amor Fraterno” y, este año más que nunca, de mucho “Silencio”.

El amor fraternal está basado en dos pilares inamovibles que son el servicio y la solidaridad. Pilares en los que se sustenta toda la acción que lleva a cabo durante 365 días al año la Hermandad del Refugio y que puede desarrollarla, en gran medida, gracias a la cuestación que realiza el Jueves Santo, para la cual y durante otro año más, la Cofradía colaboró en la mesa petitoria instalada en el atrio de nuestra Parroquia. Además, como ya es tradicional, también instalamos nuestra propia mesa delante del paso de “Jesús de la Humillación” donde se recogieron donativos que también se destinan, en gran parte, a nuestra obra social.

Durante toda la tarde se desarrollaron los turnos de “guardia de honor”, siempre iguales y siempre diferentes para quienes lo realizan. Este año, además, presentábamos alguna novedad, con la nueva disposición de nuestros pasos en la nave del evangelio del templo, permitiendo un mejor acceso a que los fieles pudieran adorar al Santísimo Sacramento en su lugar de reserva. Y también en las cartelas en las que se informa de nuestros pasos, vanguardistas e integradas con las nuevas tecnologías, que además permitían visualizar totalmente las grecas de los pasos.

Pero si este año, hubo algo que marcó la tarde-noche del Jueves Santo fue, sin duda, el “Silencio”. Silencio sobrecogedor en el interior de nuestra Parroquia, posibilitando así un mayor recogimiento y creando el ambiente propicio de calma y sosiego espiritual dentro de una tarde frenética de procesiones en la que las calles zaragozanas se colman del clamor de tambores y bombos anunciadores del misterio nuclear de la Pasión de Cristo. Y “Silencio” porque nuestra Cofradía, junto a sus hermanas de la Coronación de Espinas y el Ecce-Homo, rendimos honores a la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Agonía y de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos quien de retorno a su Parroquia de San Pablo tras realizar un acto ante el “Cristo de la Cama”, quiso que su 75ª procesión titular pasara de manera excepcional por nuestra Parroquia, haciéndonos compartir un momento entrañable e histórico con esta queridísima Cofradía.

Fotografías cedidas a la Cofradía para su publicación por María Alquézar Becerril, David Beneded Blázquez y José Ignacio Giménez León.